
Estar en CORDEM ha sido un respiro en esta etapa de mi vida. Me ha ayudado a reencontrarme, darme cuenta de lo que quiero y merezco. Me siento acompañada, valorada y con mayor claridad sobre mi camino.
Lo más valioso ha sido sentirme escuchada sin juicios. He aprendido a confiar más en mí, ponerme como prioridad y reconocer mis emociones. También ha sido hermoso conectar con otras mujeres que atraviesan procesos similares.
La terapia me ha brindado paz y me ha hecho más fuerte, permitiéndole trabajar en heridas del pasado y entender mejor lo que siento.
Mi meta es seguir estudiando, encontrar un trabajo que me guste y lograr estabilidad. CORDEM me está ayudando a organizarme, mantenerme firme y dar pasos sólidos hacia mis sueños. Me motiva saber que no estoy sola en este proceso.
Gracias de corazón por hacer posible este espacio. Todo el apoyo, tiempo y cariño que nos brindan marcan una gran diferencia y nos impulsan a no rendirnos.