Mi experiencia con CORDEM fue transformadora. Al principio, llegué llena de dudas e inseguridad debido a experiencias personales. Los primeros años fueron difíciles, pero siempre agradecí el tener un espacio seguro en CORDEM, donde me brindaron herramientas para mejorar mi vida. En especial, el acompañamiento psicológico fue fundamental para el verdadero cambio que experimenté.Mi camino estuvo marcado por inseguridad y ansiedad, pero todo cambió cuando empecé a aplicar las herramientas de superación que me ofrecieron. Fue entonces cuando percibí el crecimiento logrado y el potencial que tenía para redirigir mi vida hacia mis metas.CORDEM me dio una plataforma y una oportunidad, pero entendí que mi transformación dependía de mí. Hoy, en lugar de dejar atrás mi historia, la abrazo y la comparto con orgullo. CORDEM no cambió mi vida; con su apoyo, cambié el rumbo de mi vida.
Ingresé a CORDEM en 2020, y recuerdo mi primer día lleno de miedo e incertidumbre. No conocía a nadie y no sabía qué esperar. Sin embargo, al llegar y ver a unas 20 mujeres, todas muy amables, y escuchar a la terapeuta, Emma, decir que CORDEM era nuestro lugar seguro, todas mis dudas desaparecieron. Desde ese momento supe que nunca más me sentiría sola, porque CORDEM sería mi red de apoyo.Con el tiempo, me di cuenta de los cambios positivos que CORDEM estaba trayendo a mi vida: desde la forma en que pensaba y enfrentaba los retos, hasta cómo me relacionaba con mis emociones, establecía límites y aprendía nuevas creencias. Aunque el camino no siempre fue fácil, el acompañamiento constante de terapeutas y compañeras hizo que fuera más llevadero.Tuve la oportunidad de participar en talleres que me ayudaron a desarrollar nuevas habilidades, como defensa personal, finanzas y ventas, entre otros. Disfruté mucho esos cuatro años, reí, lloré y conocí a grandes mujeres que, aunque estudiábamos diferentes carreras, compartíamos el mismo objetivo: superarnos como mujeres y ser líderes de impacto.Siempre estaré agradecida con el equipo de CORDEM por seguir haciendo realidad este gran sueño, que sin duda ha cambiado la vida de todas las becarias.
Esta experiencia me dio la oportunidad de retomar y alcanzar sueños que por diversas razones no había logrado concretar.Desde el primer momento, me sentí apoyada por un equipo profesional y comprometido. Gracias a su acompañamiento emocional, logré mantenerme firme, incluso cuando pensaba que no podía continuar.Cada persona en CORDEM dejó una huella significativa en mi vida. Siempre estaré agradecida por ser parte de esta gran familia.¡Gracias infinitas! CORDEM siempre llevará un lugar especial en mi corazón.