Ser parte de CORDEM significa formar parte de una comunidad de mujeres donde el trabajo en equipo, la empatía, la sororidad y la salud mental nos envuelven en una manta de amor, impulsándonos a sacar nuestra mejor versión.
Crecí siendo muy independiente y el fracaso me causaba frustración, pero he aprendido a pedir ayuda y a ver los errores como oportunidades de aprendizaje. Ahora sé que, antes de ser empática con los demás, debo serlo conmigo misma. CORDEM me ha dado mayor seguridad, sanando heridas de mi infancia y quitándome un gran peso. Al principio, la terapia me asustaba, pero ahora la recomiendo sin dudarlo; es un espacio para conocerse a uno mismo.
Hoy sueño con graduarme y estudiar una especialidad en nutrición en el extranjero. Gracias a CORDEM, estoy terminando mis estudios y organizando los pasos para alcanzar mi sueño, venciendo mis miedos con su ayuda.
Agradezco profundamente su confianza y la bondad de su corazón por crear y mantener este programa. Me ha cambiado la vida a mí y a muchas chicas más. El mundo necesita más programas como este. Gracias por ayudarnos a construir sueños.